Cuánta más belleza, más fuera del tiempo y de la pena, más inmortales.

05 septiembre 2017

HORIZONTES SALVAJES EN EL SUAVE VERANO



Y cada verano
que entres en el océano
me disfrazaré de ola
y te daré un revolcón.
Y así que ya sabes
que todo el resto del año
eclipsaré tus secretos
como astuto cazador


(Mari Trini)


Y llega ese ansiado primer día de vacaciones. Estás tumbada en decúbito supino, entretenida en divisar un trozo de cielo bajo una sombrilla de paja, cierras un ojo: sombrilla, abres el otro: cielo, abres los dos: sombrilla y cielo y vuelta a empezar… Entornas los párpados y ves a Morfeo bajarse de una nube antropomórfica, que pasaba lejana, y acercarse a ti para mecerte en sus brazos. Escuchas absorta el rumor de las olas que se revuelcan lujuriosas en la arena recordando la letra de la canción de tu paisana. Es la hora de la siesta, has buscado el lugar más alejado de la gente, y los más cercanos también dormitan en sus respectivas tumbonas. Sientes la caricia de una brisa cálida y una sensación de anestesia fulminante: duermes plácidamente. Eso creías hasta que unas voces cada vez más estridentes se enzarzan en animado parloteo. Se hallan justo detrás de ti. Venciendo una infinita pereza te das la vuelta para otear de dónde proceden los horrísonos graznidos de las cacatúas. Confirmas: son dos inglesas las encargadas de destrozar la magia de la siesta playera. Para colmo la conversación va in crescendo. Tímidamente te incorporas de la tumbona haciéndoles ver que estás allí y que deberían de dar por finalizado semejante dislate o al menos bajar la voz. Te concentras en el sonido del agua que te calma, pero es inútil…Te levantas de nuevo, te das la vuelta y las fulminas con la mirada, pero ni te miran y siguen impasibles en animada charla. ¡Viva el brexit!, piensas mientras te desesperas. Al rato, ya sin poder contener tu irritación te pones de pie, te tapas los oídos en un gesto significativo y acto seguido pones el dedo índice sobre tus labios pidiendo silencio con un sonoro: Pssssssssssssssss, y lo repites: Psssssssssssssssss, Please, Pssssssssssss… Las cacatúas se tornan definitivamente tus enemigas y te miran con la misma expresión de inquina con la que tú las miras, y en ese preciso instante… en ese instante, te das cuenta de que eres una botella de gaseosa, has acumulado tanta presión que si te agitas un poco más te van a salir burbujas por las orejas. Acaso el problema seas tú, estás demasiado irascible, that is the question, repasas en tu olvidado inglés. Al fin callan. Respiras profundamente.

En breve tú también te vas a ir con la música a otra parte, a California y, al menos, deberías responder a esta pregunta: ¿Qué se te ha perdido en Estados Unidos? Nada, no se te ha perdido nada en un país donde el presidente se pasea con un gato albino sobre la cabeza. Con su maravilloso sentido del humor Eduardo Mendoza decía que aspiraba a lo mismo que don Alonso Quijano: correr mundo, tener amores imposibles y deshacer entuertos. Yo también aspiro a correr mundo, sobre todo a correr mundo, ese mundo grande incierto e inseguro que solemos señalar en el mapa a larguísima e inequívoca distancia de nuestro terruño. Esta vez no ha sido la inspiración de un arroz negro (como cuando fui a Japón) ni la vieja y deliciosa canción “California Dream”, en realidad no ha existido un motivo inspirador, ese material con que se forjan los sueños, tan sólo ese deseo quijotesco de ver mundo, reafirmado hasta el infinito y más allá por la futilidad de dejar pasar oportunidades que mañana, quizás pasado, pueden desvanecerse ante una desafortunada casualidad, un suceso de cualquier índole; el no estar en condiciones, una enfermedad… Puede que el mañana nos traiga eso que dicen; “lo mejor está por venir”, ahora bien, también puede ser que mañana un rayo te parta la vida a traición truncando tus proyectos y aquello que dejaste para mañana... Amigos me lo han recordado; mi querido compañero y, sin embargo, amigo XX, sufría paradas cardiacas sin saberlo sin apenas percibir más que una fugaz pérdida de conciencia. Ahora lleva  un marcapasos, de no haber detectado el problema a tiempo una de esas paradas le habría causado una muerte súbita. Mi queridísima, mi mejor amiga, XY, se debate contra una agresiva y descorazonadora enfermedad cuyo tratamiento es igualmente agresivo. Sólo me permitieron visitarla en el Hospital unos minutos, antes de irme de viaje. 
 
Me dejaré deslumbrar por los Estados Unidos, California: San Francisco, Yosemite, Mono Lake, Las Vegas, Death Valley, Grand Canyon, Los Ángeles, Santa Mónica. Cuando vuelva de Estados Unidos escribiré mis impresiones personales e intransferibles, me apetece hacerlo, llevaba tiempo sin ganas de escribir pero siempre que vuelvo de un viaje siento que ya no soy la misma.


Ya he vuelvo, jajajajaja

1 comentario:

Fernando dijo...

Esperamos tus impresiones y comentarios del viaje a California como mayo espera la lluvia.
Ah! Y las fotos