Cuánta más belleza, más fuera del tiempo y de la pena, más inmortales.

21 marzo 2015






No les quedaba pan en la cafetería-confitería donde desayuno todas las mañanas así que me pedí el café con leche a palo seco, sin compañía de la espartana y saludable tostada de pan con tomate. Me esperaba una larga y desagradable jornada de trabajo y un día es un día ¡qué caray! así que sucumbí a la tentación de pedir un croissant recién hecho. Mientras lo paladeaba y miraba el periódico escuché que alguien le decía a alguien: Hoy es el día mundial de la felicidad. Y me hizo gracia porque por un instante yo sentía que la estaba paladeando; una mezcla inusual y cálida, que sabía a mantequilla.

Por la tarde, tras confirmar mis peores temores y tener una desafortunada y aciaga jornada de trabajo, dormitando entre siesta y siesta, me pareció escuchar en televisión que alguien que le decía a alguien: Hoy es el día mundial del gorrión. Lo primero que me vino a la cabeza fue este blog. 

¿Existe el día mundial del gorrión?... Olé. El gorrión, tan señorial, tan frágil, tan pequeño, pero con esa imponente pose de seguridad. Se lo merece… ¡Tener un día! Los gorriones son seres mucho más educados y exquisitos que la mayoría de la gente que conozco. Siempre que veo un gorrión me paro a mirar sus enternecedores saltitos, y cómo toda su naturaleza gravita al margen de todo, especialmente de los humanos, seguramente para ellos, los más incomprensibles de todos. 

Asociar la felicidad a los gorriones, el mismo día, me parece espectacular. No sé si es que soy una sentimental, o que he tenido un mal día, o si alguien va a tener razón y es que voy de rebelde!




09 marzo 2015

Precioso



¿A quién no le dieron las doce y la una y las dos y las tres…? ¿Quién no prefirió volar, aunque quedase maltrecho? Me parece una preciosidad de canción…






Una letra muy especial, es el talento de Sabina: mezclar la poesía con lo cotidiano …

"Sé que no lo soñé"- 
protestaba mientras me esposaban los municipales 
en mi declaración 
alegué que llevaba tres tientos 
y empecé esta canción 
en el cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa 
y nos dieron las diez y las once, las doce y la una 
y las dos y las tres
y desnudos al amanecer nos encontró la luna.

01 marzo 2015

Hija del viento y la lluvia









El viento rabioso del noroeste azota árboles y casas; corre a través de los gigantescos pasillos entre los montes gris azulado que animan apenas el horizonte de esta tierra semidesértica. El aire corre hacia el mar, despejando la humedad del ambiente y trayendo el seco frescor del interior. Dando tumbos entre las ráfagas violentas, se mueven las primeras noticias de la primavera próxima, ese tiempo confuso y alterado que fragua, poco a poco, la mullida delicia del buen tiempo. Mediado ya el invierno, El sudeste español se prepara entre espasmos para un nuevo resurgir de su naturaleza precoz; el frío de baja entidad y alta penetración por su composición húmeda, hace más daño a los huesos que a la piel, mientras que la luz intensa, atempera esa sombría idea del invierno que todos tenemos. 

Las lluvias del invierno, aunque escasas, disparan la urgencia de millones de semillas invisibles diseminadas en el suelo reseco. Estas hierbas modestas y tenaces, tras una larga espera impuesta por la sequía, aprovechan la primera ocasión para tapizar de verde el suelo pelado. Crecen vertiginosamente, como si fueran conscientes de un retraso en el reloj natural; de haberse saltado varias estaciones. 

Las flores silvestres, como un conjuro, invocan a las abejas, y estas, a los abejarucos que volarán desde África para predar sobre ellas. Cada fenómeno se encadena a otros en una sucesión imparable a la que comúnmente llamamos: vida; y esta, bajo tierra, se afana forjando las nuevas criaturas que liberará cuando el termostato biológico dé la señal, el pistoletazo de partida al asombroso maratón de ejércitos de insectos corriendo hacia el final del verano siguiente. Alterará la estación de las flores todo a su paso, vestimentas, temperamentos y paisajes; desatará campañas comerciales y fiscales; inaugurará la temporada de los ritos paganos de siempre, con retoques culturales puntuales.

Anunciará la liviandad de las costumbres, la vacuidad de los entretenimientos y una sensible merma en la calidad de las manifestaciones artísticas más promocionadas. Hija del viento y la lluvia, la primavera prende flores y hojas nuevas en los árboles desnudos; llagas en el ánimo de ciclotímicos y bipolares, y color, el vibrante color de un nuevo ciclo reinventando lo eterno.

Abel Granda




Este texto es un regalo de cumpleaños. Belleza y descripción inmejorablemente expresadas. Al hacerlo público deja de ser placer de mi exclusiva incumbencia, deja de estarme reservado y pasa a darle sentido al título de este blog. Mil gracias, Abel
También me entusiasma la fotografía, que parece un pintura, podría ser una mujer contemplando la llegada de la primavera… Me encanta por su armonía, por su delicadeza, por sus connotaciones clásicas, por su poesía, por su composición, por el ensimismamiento de contemplar a la que contempla y sobre todo porque me transmite su ensimismamiento y su calma o será simplemente porque me identifico con ella.




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