Cuánta más belleza, más fuera del tiempo y de la pena, más inmortales.

22 febrero 2015

FELICIDADES


Mi querido fotógrafo y amigo y viceversa

Esto es suyo:





Para quienes el sentido está en el viaje, no hay posada ni oasis perpetuos que muevan sus pasos; son seres que buscan, pero en realidad no saben qué. Sólo tienen claro que nunca se llega, y hay nuevos principios tras cada final; han aprendido, que si todo tiene fin, es mejor que uno mismo lo escoja, y pasan la vida en esa soledad en defensa propia, que abre todos los caminos.
A veces, sólo a veces, cuando escuece alguna cicatriz, se inquietan, y temen ir a dormir, por si soñaran que han llegado, y se es feliz allí.



19 febrero 2015

Elogio de la vida



Un instante de belleza


Hice unas cuantas cosas en la vida, es cierto, pero las hice sin pensar en que me sirviesen para asegurarme el porvenir, únicamente porque siempre tuve el sueño de labrarme un pasado. 
(Jose L. Alvite)

09 febrero 2015

Sombras...? No, gracias


El amor es la respuesta, pero mientras lo esperas el sexo plantea algunas preguntas bastante interesantes
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Woody Allen (no podía ser otro)



Hace poco me preguntaba una amiga si merecía la pena ir al cine a ver “50 sombras de Grey” No he leído la novela porque no es literatura (creo que es mala literatura, como mucho, entretenida) y no iré a ver la película porque no es cine. Leer la trilogía o ver la película me da tanta pereza que casi me produce fatiga. Pero a raíz de esta pregunta, me he informado sobre el argumento (leer en Wikipedia y ver el tráiler) y aunque no debería opinar de algo que no visto ni leído, no puedo escapar a la tentación de hacerlo, al igual que hace el líder de Podemos cuando dice eso de: “No me fío de los políticos que hacen promesas. Eso sí, os prometo una cosa…”

Me resulta muy difícil condensar en palabras lo que entiendo por seducción pero intentaré describirla brevemente. Una historia de seducción es una historia de conquista en la que puede suceder (y sucede) cualquier cosa. La seducción hace desplegar la sensualidad, que los sentidos disfruten hasta el mínimo segundo en una permanente invitación al placer. La seducción es un halo del que emana la fascinación, el magnetismo y la fuerza de una atracción contagiosa. Así pues, una historia de seducción, ni siquiera en la ficción, podría funcionar con el vendedor del puesto de periódicos, o con el fontanero que viene a casa y te tira de espaldas con el sudor, ni con tu compañero de oficina que nunca supiste porqué guarda unos calzoncillos en el cajón; ninguno de ellos podría sacar de paseo a tu diosa interior, y si por añadidura te arrea un sopapo, en un siempre hipotético escarceo, lo único que va a despertar en ti es a tu monstruo interior y los deseos de responder al masculino dominante con un bate de béisbol. Una historia de seducción con un trasfondo de sadomasoquismo sólo puede ser creíble en la ficción novelesca, como es el caso de las sombras de Grey, con un efebo atractivo y –sobre todo- de una fortuna arrebatadora. Pero yo siempre he sentido aversión por las historias prefabricadas de amor, sexo y lujo; historias de laboratorio, a las que se van añadiendo ingredientes también prefabricados que, al final, te lo venden como producto original, sin espacio para que tú pongas la imaginación, porque la imaginación es el producto. Y sin embargo ahí está el mayor éxito editorial de la historia, entre otras razones, gracias a una gran promoción comercial y a frases como: “Es un libro escrito por una mujer para mujeres” “Millones de lectores a los que les ha cambiado la vida 50 sombras de Grey”.

La literatura es en sí misma una entelequia que ofrece múltiples sendas, infinidad de variantes en un mundo de palabras, ideas y sueños. Puede ser un juego inocente o un arma peligrosa, un vacuo entretenimiento o un arma trascendental. Un libro puede, incluso, ayudarte a conocerte a ti mismo. Así que es importante saber muy bien qué libro eliges.