Cuánta más belleza, más fuera del tiempo y de la pena, más inmortales.

21 diciembre 2013

21 de diciembre. Un año sin ti

 
 
  
Amadas, idealizadas voces
de aquellos que murieron o de aquellos
perdidos para nosotros como los muertos.
A veces hablan en nuestros sueños
a veces las oye nuestro espíritu en el pensamiento.
Y con su rumor por un instante regresan
ecos de la primera poesía de nuestra vida
como una música lejana que se apaga en la noche.
(K.Kavafis)



Hoy hace un año que te marchaste. Era el día que los mayas profetizaron el fin del mundo.

Si pudiese manipular las leyes de la naturaleza volvería atrás en el tiempo y reviviría la magia de aquellos pasajes que permanecen siempre a nuestro lado. Uno de aquellos pasajes fue mi infancia, una infancia en la viví sumida en la ingenuidad y en una eterna felicidad; una infancia (y por ende mi vida) que no se entiende sin los interminables veranos que pasé a tu lado. Como todos los niños, creía que mi padre era perfecto, infalible e inmortal y que nada malo le podría pasar. Pero la vida siempre sale al paso.
No recuerdo más que lágrimas. Consciente de que tu final estaba cerca, luchaste con todas tus fuerzas porque no te querías ir. Nunca olvidaré tu cara de felicidad cuando esperábamos en la puerta de urgencias del Hospital a que una ambulancia te trasladase de regreso a casa, “Parece que también he salido de ésta”, dijiste.
Me siento inmensamente afortunada de que fueses mi padre. Estos días de reencuentros duele saber que no nos volveremos a ver. Sin embargo, más allá de la pérdida, de la distancia, del vacío, conservaré tu amor toda la vida, papá.

 


 


13 noviembre 2013

09 noviembre 2013

 
 

 
 
"Te enamoras y de repente la vida vuelve a estar ordenada. Antes de que esta persona llegara a tu vida todo era un caos. Cuando esa persona se va, el caos regresa. Con amor hay una sensación de totalidad y el caos queda eliminado. Es la forma más perfecta de vida civilizada" Al Pacino
 
¡Qué compromiso leer en una boda!
Hace unos años, a la salida de una boda que había resultado inusualmente emocionante, me entretuve en la puerta de la iglesia saludando a unos novios que también tenía previsto casarse en breve. Como no sabíamos de qué hablar pero -por cortesía- debíamos hacerlo, el novio, tomo la iniciativa y exclamó: "Ha sido una boda preciosa y distinta". A lo que yo -por continuar la conversación- respondí ironizando: Sí, es que a veces, por increíble que parezca, hay parejas que se casan por amor. Me quedé helada cuando les observé y en lugar de sonreír estaban atónitos, serios y pensativos (sobre todo él). Ahí finalizó la conversación... ¡Uffff... Dios, por qué dije esa tontería!
 
De ella sólo he sabido que vive en Italia. De él, que se casó. Con otra. 
 
 

06 noviembre 2013

En algún lugar







Todo el que me conozca sabe que amo la fotografía. Ésta me impresionó nada más verla. Ha ganado un concurso mundial de no sé qué. Más que una fotografía es una historia, es el tipo de fotografías que yo llamo "narrativas". Hay algo que me desasosiega en ella, algo irracional, por supuesto, pero es que yo lo soy también en determinados parajes mentales. Me imagino al fotógrafo en un lugar remoto esperando que suceda algo increíble y, de pronto, sucede. Muchas cosas en la vida son así, a salto de mata, como impulsos de la rana, nada graciosos, por cierto. Me pregunto qué pasó al instante siguiente. El oso simplemente estaba, todo el mérito es de fotógrafo. Hay que ser muy osado.

20 octubre 2013

16 junio 2013

¿Perdernos?




 “…Procura ser sabia: filtra tus vinos, y a un plazo breve reduce las largas esperanzas. En tanto que hablamos, el tiempo envidioso habrá escapado; échale mano al día, sin fiarte para nada del mañana".
Horacio (Oda)





Son las palabras de un poeta clásico y probablemente se trata de un sabio consejo. En relación con el mismo te diré que no tengo intención de filtrar el vino blanco (prefiero beberlo contigo), que las esperanzas ya se reducen por sí mismas o por el simple transcurso del tiempo,  pero te voy a proponer algo: No fiarnos del mañana y perdernos. ¿Abrimos las alas y nos perdemos? 
Perdernos como los gorriones, sin prisa, sin miedo. Perdernos bajo los árboles, a ver caer las flores de las jacarandas. Perdernos como pequeños dioses, entre brumas azules. Perdernos en la piel del otro...  Perdernos para vivir,  en la sola razón del momento.


28 mayo 2013

¿Qué hemos estado haciendo de nosotros hasta ahora?


“El Amor en los tiempos del cólera” es mi novela favorita junto con “La insoportable levedad del ser”. Por su romanticismo y por ser verdaderamente conmovedora la considero la más hermosa y convincente demostración de que en la vida de un hombre sólo existe una mujer con la que puede conseguir una unión perfecta. Sé que rebaso las fronteras de la ñoñería, pero lo merece con tal de dedicártelo, my Darling. Diré en mi descargo que no pienso las situaciones, sólo las siento y las visualizo. Que sólo el cielo me juzgue (y que Gabo me perdone).


... sin separaciones,
íntima soledad
en los eternos lares,
en los espacios inconmensurables,
en sueños sobrehumanos.
(Tristán e Isolda. R. Wagner)



En medio de la noche el pálido reflejo de la luz del barco va dibujando una estela de diminutas olas en el río Magdalena. Florentino Ariza escucha a través de las notas de un antiguo gramófono la escena de la muerte de Isolda. Al igual que Tristán, Florentino cree que el amor perfecto pertenece al mundo de la noche. Abducido por la hipnótica música, llora.

Fermina Daza aparece de improviso en la cubierta del barco y silenciosamente se sienta a su lado. Nadie diría que se acaban de conocer. Unos ojos brillando en la oscuridad se miran, se reconocen y ya nada tiene remedio. Un enamoramiento wagneriano se produce entre ellos de inmediato.

-Déjame coger tu mano -Ella sonríe y hace un gesto de afirmación. No quiere hablar, trata de no romper el instante.
-¿Sabes lo que responderé al capitán del barco cuando me pregunte hasta cuándo vamos a estar río arriba y río abajo?... Será muy simple le diré la respuesta que tengo preparada desde hace más de cincuenta y tres años: Toda la vida.
-Sí, eso le dirás... -responde ella con gesto imperturbable pero profundamente conmovida –Florentino la atrae suavemente más cerca de él.
–Vamos a aprovechar lo que la vida nos pueda ofrecer, Fermina.          
Unas manos trémulas se acarician y unos labios furtivos parecen prestos a desatar una tormenta. Pasan el tiempo en silencio, escuchando las últimas notas de la ópera hasta que ésta llega s su fin.
-Hace mucho tiempo que no beso, Fermina. Bueno, que no beso con amor. Doy besos protocolarios, besos a mi madre, por ejemplo. Pero esos besos que tú y yo sabemos... hace ya tiempo que no los tengo –Fermina, abrumada por la belleza de la música, no sabe qué responder ante la delicadeza de lo que acaba de escuchar. Querría decirle las palabras más hermosas jamás dichas por una mujer, pero sólo acierta a balbucear: los besos perdidos.
-¿Habré perdido la capacidad o, peor aún, el gusto de besar –se interroga Florentino, lleno de pesar. Fermina experimenta una punzada de dolor cómplice. Lo dice un hombre que ha tenido un sinfín de amantes.
-Oh, no, no Florentino, no mientras no hayas perdido la capacidad de amar.
-El gusto de besar -remarca nostálgico- … esos besos donde todo se hace fluido.
-Esos besos que nos aproximan al paraíso -apostilla inmediatamente ella para hacerle saber que le ha comprendido.
-Hasta la carne fluye de una boca a la otra.
-Esos besos que te pasean por las nubes. Esos besos que te bajan del mundo… -responde ella.
-Hasta el último de nuestros recuerdos afluye en nuestra lengua, o en nuestras encías, en una búsqueda frenética del otro y de uno mismo.
-Sí… y sabes que estás condenado –le dice ella con voz entrecortada.
-Cada uno de los dientes del otro se convierte en una ofrenda, una entrega de placer-. Ambos se percatan de que la conversación les está taladrando de deseo. -Fermina, dime ¿Cómo puede ser tan placentera esta soledad?
-Es placentera porque nos arrastra al ensimismamiento... Hay experiencias que no pueden ser aprehendidas por las palabras... ¡Qué difícil es describir un beso!... El poder de los besos ha probado ser un buen salvavidas para asirse y cruzar este piélago de calamidades e incertidumbres.
-Es verdad. Todos los sentidos están activos cuando nos besamos. La vista, el oído, el tacto, el paladar, el olfato… Ver, oír, sentir, gustar, oler todo del otro. ¿Habrá ofrenda más generosa que su saliva? ¿O el tacto de su lengua en la nuestra?
-¿Ya no sueñas con esos besos, Florentino? ¿Ya no sueñas?
-No. Ya no sueño. ¿Sabes alguna forma de recuperar los sueños?
-Florentino, tú y yo estamos soñando ahora. Navegando entre las páginas de un libro, saltando de una orilla a otra... Sintiendo en la piel de otros. Somos pequeñas marionetas en manos de Gabo, niños que juegan a lo más serio del mundo... Ladrones de historias, o mejor; dos gorriones perdidos en un amanecer sin pausa   –Ambos están embriagados por la atmósfera de travesura que respiran.
-¿Y qué quieres que hagamos, Fermina?
-Ser felices. Respirar el dulce olor de esta quimera. Vivir el momento. El momento es como ese beso, cuando se prolonga infinito en el recuerdo.
-Ahora soy feliz. No me preguntes porqué. No necesito saber más… Fermina, ¿te gustan las quimeras?
-La quimera es querer abrir las puertas del cielo, es como la música, como la caricia del viento, del sol o del agua en todo el cuerpo.  
-Fermina, ahí está nuestro filtro mágico, en aquel recodo del río hay un plantío de con toronjil, cañasanta y algún arbusto de reina luisa. Esas tres hierbas tienen un efecto suavemente relajante. Hay quien dice que atentan contra la virtud masculina -Fermina ríe, ambos callan. Hay mucho más que no se dicen por el pudor de ser la primera vez.
-Querida Fermina, ¿Puedo llamarte amor mío?
-Fermina: ¡Preguntemos a Gabo... espera!
-Espero. Fermina, estoy pensando que no quiero tener pasado.
-Sí puedes llamarla así –sentencia Gabo- y tú Fermina también puedes llamarle “Querido”, está en consonancia con el estilo narrativo de la novela, Aunque tú Fermina, a veces deberías mostrarse más arisca y menos ansiosa. Y tú, Florentino, ¿a qué esperas? Ahora mismo deberías besarla.
En ese momento Florentino siente en los labios el beso de Florentina. Le responde, la besa con suavidad, apenas roza sus labios. Fermina sólo admitiría un beso de roce. El beso caníbal lo reservarán para el final de la novela.

26 mayo 2013

"No más mundo que tú"

 
Las grandes historias surgen de pequeñas casualidades. En un aburrido mundo de leves empujones, en el que la mayoría casi ni roza sus cuerpos, a veces se produce el “gran choque”. Es como hallar la cuadrícula adecuada y que todo encaje.
 
Dos personas se sienten solas, incompletas y buscan en el otro ser, no uno sino muchos a la vez. Se buscan, se hablan, se contrastan y apoyan uno en otro porque se necesitan. Y lo hacen porque tienen, ya no el miedo, sino la tristeza de que la vida siga sin ellos, como saben que ocurre por lo general.

Dos personas encuentran certezas y acogidas que les dignifican en su hondura personal, porque dicen lo que desean exactamente expresar, y prebuscan el sentido de las cosas y un destino común abierto siempre al albur del aire que traen las palabras de un pacto no nombrado.

Dos personas se diluyen en el contacto físico de sus cuerpos, cuando, en lo espiritual, el acercamiento ya está logrado.
 
Dos personas. Una fantasía. No hay artificio. Es todo bello (acaso un instante). Y cierto.
 
Sí, creo que las grandes historias están ligadas a un indescifrable y feliz azar, aunque esta canción –que amo- lo explica mucho mejor y todo lo que diga está de más. O dicho de otro modo; donde terminan las palabras, comienza la música.


 
 
 
 
 

15 mayo 2013

Sólo es música



Los montes que rodean la ciudad italiana de Carrara tienen el corazón de mármol blanco y, desde el principio de los tiempos, en su seno dormían las figuras de David y de Moisés soñando a Miguel Ángel. Esa cantera había sido explotada desde el inicio de nuestra cultura; de ella se sirvieron ya los romanos para levantar palacios, templos e innumerables divinidades. Durante su largo sueño de mármol, las figuras de David y de Moisés no cesaron de oír golpes en el exterior que iban descarnando las entrañas del monte. Pasaron muchos siglos antes de que los taladros se acercaran hasta el lugar donde estos personajes se hallaban esperando a su creador. Hacia el año 1501, Miguel Ángel viajó a Carrara y allí pasó tres meses trepando obsesivamente por la cantera en busca de David sin hallarlo, y estaba a punto de desistir en su empeño cuando uno de los canteros le dijo que había creído oír una voz que emergía desde el fondo de un gran bloque recién arrancado de la ladera. Miguel Ángel se dejó conducir hasta allí. Era un bloque de mármol muy puro, de varias toneladas. El escultor pegó el oído con atención y desde el interior de aquel mármol no sintió que saliera ninguna voz, sino una tenue música que sonaba de una forma para él desconocida. "Estoy seguro de que es él", pensó. Miguel Ángel hizo transportar el bloque hasta Florencia y, una vez depositado en el taller, comenzó a batirlo con martillos, punteros y escoplos para desbastarlo y, a medida que saltaban las esquirlas, se hacía más patente la música de dentro cuya melodía llenaba todo el ámbito en el silencio de la noche cuando el trabajo terminaba. Después de tres años de labor, el cincel hizo aflorar a un joven desnudo de más de cuatro metros de altura. Desde entonces, millones de turistas han creído que esa escultura de David es de mármol, pero algunos seres elegidos saben que ese mármol sólo es música, y aún hoy la perciben lo mismo que Miguel Ángel. Quince años después, el escultor volvió a la cantera de Carrara en busca de la figura de Moisés, un encargo para el sepulcro del pontífice Julio II, en Roma. Esta vez, desde el interior del bloque de mármol no brotaba música alguna, sino un silencio hermético. Cuando el Moisés estuvo terminado, al verlo tan perfecto, Miguel Ángel le dio con el martillo en la frente y le dijo: "Habla, perro". Y el mármol de Moisés habló así: "Creaste a David para hacer feliz el aire de Florencia, y por eso él es música; a mí me has creado para estar sentado sobre la carroña de un Papa, y por eso guardo la voz de los muertos".

"Mármoles", de Manuel Vicent

¿No es maravilloso?

14 mayo 2013

21 abril 2013

No escuchan


Estamos completamente aborregados, aquí nunca pasa nada, y cuando pasa, alguien se permite hacer una abstrusa comparación con el “nazismo” y quedarse más a gusto que un percebe, cual presidente de gobierno al que la única destreza que se le conoce consiste en aguantar agarrado a la roca con sus mentiras a ultranza, y no soltarse pase lo que pase.
Por mi trabajo, –por desgracia- estoy cerca de algunos mequetrefes, perdón no sé en qué estaría pensando, quería decir políticos de turno. En lo que les observo de cerca y constato, sólo puedo decir en su descargo que viven otra realidad, la suya, una realidad paralela, es decir, que no se enteran ni lo pretenden. De cómo administran, mejor no hablar. Desde su pequeña atalaya de poder se sienten importantes y algo peor; son infalibles; pequeños reyezuelos (por no decir tiranos) omniscientes que tratan a funcionarios y ciudadanos como si fuésemos sus súbditos. Jamás piensan que al día siguiente de dejar sus cargos pasarán de ser alguien a no ser nada. La jodida nada.
Los políticos no pueden pretender que hacer lo que están haciendo no tenga consecuencias. En medio del desastre más absoluto, el escrache, como escenificación la tragedia colectiva y el drama personal; el hacerse escuchar por quienes no se han enterado que están donde están para servir a sociedad no para andar por ahí buscando satisfacciones propias y arrastrando a los demás en su consecución, no deja de ser algo casi anecdótico en relación con la corrupción generalizada o con la situación laboral del país. Los políticos menos que nadie pueden intentar hacer de este tema lo indignante… ¡Lo indignante es lo que lo provoca, que haya seis millones de parados!
Se está desmantelando la Sanidad, pero eso no es lo que importa, lo que importa es que les peguen tres gritos a unos políticos. He visto a un cardiólogo que trató a mi padre tirando huevos a la casa de un político; eso demuestra que no son tres perroflautas los que van a quejarse.
 
Los políticos no quieren abandonar sus privilegios, por eso no escuchan. Es como el viejo chiste:
¿Usted se acostaría conmigo por cien millones de euros?
-Por supuesto, responde la señora.
-¿Y por diez euros?
-¿Qué se cree, que soy una prostituta?
- Eso ha quedado claro, ahora sólo estamos negociando el precio.

07 abril 2013

Bird


“En primera instancia somos un desatino, y en última instancia un disparate. No sé quién se habrá ocupado de crearnos, tan indefensos, tan soberbios, tan inauditos, tan curiosos… Sin embargo y con embargo, somos un misterio que está siempre al borde del abismo… Somos un disparate porque asi y todo buceamos en la fe, buscamos el cielo cuando la lluvia lo desaparece y abrimos los brazos cuando las catástrofes nos cercan.
Somos un disparate porque elegimos el crepúsculo desde la terraza y nos metemos en la noche sin ninguna exigencia.
Aquí y allá enfrentamos paradojas, inventamos palabras de locura, paréntesis de ansiedad.
Y así andamos, descalzos por las piedras, sin que el alrededor nos haga mella.
Y mientras tanto, el mundo mudo nos contempla y el corazón nos sigue.
¡Que disparate!” (Mario Benedetti)
 
 
 
 
Me he vuelto a poner la gabardina (no la de la vida, que eso siempre me ha sido imposible). Salir a la calle, aunque haya poca gente, y mejor ninguna, ya es una aventura a la que hay que abrir los ojos por lo que pueda pasar, por ejemplo que se te eche el cielo encima. Un cielo que se ha llenado de nubes negras. Un cielo sin pájaros. Los gorriones son maravillosos, y seres mucho más educados y exquisitos que la mayoría de la gente que conozco.
He visto “Bird” la película que hizo Clint Eastwood sobre Charlie Parker ¡Es fantástica! Cuando el forense vio el cadáver de Parker se creía que se trataba de un hombre de unos sesenta años, cuando en realidad tenía 34… Me emociona la anécdota de que el día después de morir Charlie Parker, Nueva York amaneció con un montón de pintadas en diferentes lugares que decían “Bird lives!”. Sí, el Pájaro vive.

18 marzo 2013

TARDES CON MI MADRE





El balcón da a la plaza, la vista que ofrece es alegre. Cae la tarde. Sólo se escucha el rumor de la lluvia y el sonido del papel cuando pasas las hojas del periódico. Contigo, agazapada entre las rocas, me siento bien, mamá… Cuando has visto el océano en toda su extensión y sabes que lo único que te unirá a él es el rumor de las olas ya no quieres ser feliz, solo quieres encontrar paz, y aquí, en tu pequeña isla, la sensación es tan fuerte que durante unas horas puedo salir del mar agitado de la vida y regresar a la calma del útero materno, donde nada importa y nada duele. 
Me hicieron daño y yo no hice nada, me porté bien, mamá.
Tus ojos claros, intensamente azules, se ensombrecen con una nube de añoranza por tu compañero perdido cuando miras de soslayo su sillón vacío. Es difícil no hablar de papá ahora que ha pasado un poco de tiempo y los recuerdos reconfortan más que duelen. Cuánto le costó marchar; había tenido una vida muy hermosa a tu lado. Murió la soleada mañana de Navidad del día del fin del mundo, según los mayas, todo un guiño a su sentido del humor. Siempre decía que cuando no hay elección y no queda más remedio, mejor hacer las cosas con una sonrisa. Volveré el próximo domingo, a saciarme de tu presencia al cobijo de una tarde pausada y a flotar a favor de corriente acurrucada en el sillón frente a ti, mamá.  

04 marzo 2013

 
Juntos, acaso los dos mejores actores de la historia
 Me emociona que fuese ella quien le entregó el Oscar
 
 
 
Hace ya tres décadas que el crítico de cine más influyente de Estados Unidos escribió de él: “Verle es una constatación del milagro de actuar”. Yo lo vi anoche en “Mi pie izquierdo” y lo constaté. La película está basada en una historia real, la vida del pintor, escritor y poeta Christy Brown. Paralítico cerebral, sólo puede controlar el movimiento de su pie izquierdo. Deprimido y desesperado ha intentado torpemente cortarse las venas a causa del amor no correspondido que siente por la doctora que le ha enseñado a mejorar el habla…Es en tu corazón donde se ganan las batallas, le dice su madre en sus momentos más negros. Me quedo pensando en el maravilloso y angelical personaje de la madre. Me quedo pensando en la frase. Hay luchas que no se pueden eludir, combates que se han de afrontar cara a cara en los que se gana el derecho de ser grande y de ser fuerte y se logra la paz. Combates necesarios, aunque el único arma de que dispongas sea un pie. Y el izquierdo. 

11 febrero 2013

Amigo mío





Salgo a la calle. Me dispongo a apreciar todo lo bello que me rodea; a ser portadora de mi presente absoluto. Una ráfaga de aire me envuelve en el aroma del perfume que me acabo de poner. Huele de maravilla. Respiro hondo y miro al cielo. Siento todo el cielo sobre mí, suspiro. Voy andando, puedo andar, puedo oler, puedo mirar al cielo y me dirijo a casa de mi madre a pasar un rato con ella. Evoco una canción de mi adolescencia ",,,la tarde sobre mi madre", mi madre vive, todavía está con nosotros. Mi padre no, se marchó esta Navidad, una fría y soleada mañana. Pero tengo a mi anciana madre, niña y reina de un mundo de placidez. Ingenua, generosa y reconfortante. Y entonces pienso que tengo que estar bien, tengo que sentirme bien. Lo que hace que nos sintamos mal somos nosotros, el daño lo provocamos nosotros, acaso sin darnos cuenta, cuando nos empeñamos en ahondar en el pasado rememorando lo que más nos hiere. ¿Por qué no darse una tregua o mejor por qué no abandonamos para siempre esa actitud?

Me apetece hablar con él. Lo llamo por el móvil. Qué maravilla poder conectar de inmediato. El entendimiento y la complicidad son una constante. Le cuento mis pensamientos. Le hablo de mi boba mirada fijada en el cielo y ese olor maravilloso que respiro. Quiero saber de él. Me habla de sus cosas, del libro, del litio, de sus anécdotas… No haremos historia pero todo lo que me cuenta me importa. Pienso en lo mucho que me gusta hablar con Gropius. Su cercanía en la distancia. Él pone palabras al esbozo de mis ideas con la minuciosidad de un cirujano. Capta de inmediato lo que quiero expresar y encuentra los términos con tal lucidez que le da un carácter trascendental. Y cuando lo escucho reír y me hace reír pienso que esa risa es el sendero del mundo. De mi mundo.
Los oasis siempre están en medio de los desiertos.

08 febrero 2013

Quizás


Quizá sea eso la vida: mucha desesperación pero también algunos momentos de belleza, donde el tiempo ya no es igual. Es como si las notas musicales hicieran una suerte de paréntesis en el tiempo, una suspensión, otro lugar aquí mismo, un siempre en el jamás. Sí, eso es, un siempre en el jamás. A partir de ahora buscaré los siempre en los jamases. La belleza en este mundo.  (“La elegancia del erizo”)


03 enero 2013

¡Puto polvo!


A pesar de no habernos visto nunca, ni haber intimado, nos conocíamos muy bien. Ese pequeño detalle era imprescindible para aceptar con naturalidad que hubiésemos llegado a ser capaces de hacer aquello: Casarnos por poderes. Nuestro matrimonio era el fruto de una relación virtual, siempre en la distancia. Esa mañana, su llegada sorpresiva e inminente, sin más ceremonial, iba a convertir nuestro primer encuentro en el comienzo de una vida juntos. Ya no le daría la espalda a otro día ni me metería en la cama otra noche sin él.

Me afanaba en acondicionar la antigua casa familiar de veraneo, en La Ribera, para que fuese nuestro hogar, como si el futuro tan sólo dependiese de aquello, pero cuanto más me esforzaba tratando de darle un aspecto acogedor más se me resistía. Obsesionada, abría las puertas en vano para volver a cerrarlas de inmediato; todas las habitaciones estaban sucias, desordenadas, llenas de polvo y de cachivaches... ¡Esto puede ser causa de divorcio! ¡Y Él es un maniático del orden! me decía impotente y apesadumbrada. De repente apareció a mi lado, guapísimo, con un aura de irrealidad casi fantasmal, aunque un poco descolorido (difuminado entre el blanco y negro y el sepia) pero más joven que nunca. Yo, en cambio, ofuscada en el arreglo de la casa (y para mi mortificación) me había olvidado de mí misma y estaba impresentable, desaliñada, completamente opaca y ajada. Pero él apenas reparó en mí y sin pronunciar palabra comenzó a supervisar la vivienda. Emocionada ante su presencia, esperaba ansiosa que dijese cualquier cosa, algo, lo que fuese.

-´"Puto polvo”, dijo al fin tras largo silencio, haciendo un obsceno y gracioso ademán con el dedo índice para mostrarme las partículas de polvo que acababan de adherirse a él tras deslizarlo por el respaldo de una silla. Había pasado por alto mi deplorable aspecto, mi indumentaria, mi desaliño… ¿Superficial, despistado, condescendiente, enamoradoooo…? Calibré las diferentes posibilidades y aún cabía la mejor: Que no se marchase…. ¿Seríamos felices? No lo sé, justo ahí finalizó el sueño. Entre divertida y estupefacta, lo he recordado nada más despertarme. No tanto por tratarse de la primera vez en mi vida que sueño con mi boda (vive Dios que a boda extravagante no me gana nadie), sino por quien resultó ser mi marido: ¡My Darling, el Lobezno!

En el siguiente sueño me estaba mirando al espejo. Acabada de descubrir que mi dentadura guardaba un asombroso parecido con la de Esteve Bucesmi, el protagonista de la serie "Boardwalk Empire". Como todo es susceptible de empeorar, pronto comencé a notar que mis piezas dentales se iban aflojando; primero las muelas, acto seguido los dientes, hasta desprenderse de las encías, sin que pudiese hacer nada para evitarlo más que escupirlas y conservarlas sobre la palma de mis manos. Dientes y muelas con formas extrañas y tamaño infantil. Alguien que se hacía pasar por dentista me comunicó que no me las podrían reimplantar pero, con suerte, me fabricarían con ellas una dentadura postiza. ¡Basta ya de pesadillaaaaaaaaaal! Justo ahí me desperté. Por si acaso, comencé a hacer un movimiento reflejo de masticación y repasé con la lengua cada molar… ¡Uffffffffffffff qué bien! Los conservo todos. Mis dientes siguen en su sitio. ¡Y son bonitos, joder!

Hacía tiempo que no recordaba lo soñado con tanta nitidez
…Será mejor no buscar interpretaciones, los sueños no son metáforas; no creo en ellos ni considero que deban ser abordados desde una perspectiva racional
…Será porque nunca les falta ni les sobra nada
…Será que jamás dejará de obsesionarme el paso del tiempo
…Será porque me fascina la serie Boardwalk Empire y amo a su protagonista (aunque el personaje de Tony Soprano siempre será insuperable)
...Será que "Boardwalk Empire" no es una de esas series pretenciosas y pedantes como ¡Mad men! (majestuoso envoltorio, preciosa ambientación pero con poca chica) … Será.